“Gustavo Adolfo Bécquer”
Fue un poeta y narrador español (Sevilla, 17 de febrero de 1836 - Madrid, 22 de diciembre de 1870)
Firmaba sus cuadros con el apellido de
sus antepasados como José Domínguez Bécquer
Por el lado paterno descendía de una noble familia de comerciantes de
origen flamenco
desde 1622. Gustavo Adolfo y el pintor Valeriano Bécquer, adoptaron
Bécquer como primer apellido en la firma de sus obras.
Fue bautizado en
la parroquia de San Lorenzo Mártir. Sus familias
fueron pintores de costumbres andaluzas, y tanto Gustavo Adolfo como
su hermano Valeriano estuvieron muy dotados para el dibujo. Valeriano, de hecho, se inclinó por
la pintura. Bécquer quedó huérfano a los cuatro años. En 1846, con diez años,
Gustavo Adolfo ingresó en el Colegio de San Telmo de Sevilla (que
acogía también huérfanos de cierto nivel) donde recibe clases de un
discípulo del gran poeta Alberto Lista, Al año siguiente, el 27 de
febrero de
1847, los hermanos
Bécquer quedaron huérfanos también de madre, y fueron adoptados entonces por su
tía, María Bastida, y Juan de Vargas, que se hizo cargo de sus siete sobrinos,
aunque Valeriano y Gustavo se adoptaron desde entonces cada uno al otro, y de
hecho más tarde emprendieron muchos trabajos y viajes juntos.
Suprimido
por Isabel II en 1847 el Colegio de San Telmo (que en 1849 pasaría a
ser palacio de los duques de Montpensier), Gustavo Adolfo quedó
desorientado. Fue entonces a vivir con su madrina, Manuela Monnehay
Moreno, joven de origen francés y acomodada comerciante, cuyos medios y
sensibilidad literaria le permitían disponer de una mediana pero selecta
biblioteca poética. Bécquer se aficionó a la lectura. Inició entonces estudios
de pintura en los talleres de Antonio Cabral Bejarano, y más tarde su
tío Joaquín Domínguez Bécquer, le pronosticó «
Tú no serás nunca un buen
pintor, sino un mal literato», Tras ciertos escarceos literarios (escribe en
El
trono y la nobleza de Madrid y en las revistas sevillanas
La Aurora y El
Porvenir), en
1854 Sufrió una
gran decepción. Para ganar algún dinero el poeta escribe comedias y zarzuelas
como
La novia y el pantalón (
1856), en colaboración con sus amigos (Julio
Nombela y Luis García Luna), en la que satiriza el
ambiente burgués y antiartístico que le rodea, a fin de inspirarse para su futuro
libro
Historia de los templos de España.
Tuvo un modesto
empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales y perdió el puesto, por
sorprenderlo su jefe dibujando. Ese año empieza un ambicioso proyecto inspirado
por El genio del Cristianismo de Chateaubriand.
Hacia 1858 conoció
a Josefina Espín, que empezó a cortejarla; pronto, se fijó en la que sería
su musa irremediable, la hermana de Josefina y hermosa cantante de ópera
Julia Espín. Gustavo se enamoró (decía que el amor era su
única felicidad) y empezó a escribir las primeras
Rimas, como
Tu pupila es azul, pero la
relación no llegó a consolidarse porque ella tenía más altas miras y le
disgustaba la vida bohemia del escritor.
Entre 1859 y 1860,
amó con pasión a una «dama de rumbo y manejo» de Valladolid, que durante muchos
años se identificó con
Elisa Guillén, un personaje que hoy se sabe
inexistente. El 19 de mayo de
1861 se casó precipitadamente con Casta
Esteban y Navarro, de la que tuvo tres hijos.
En 1860 publica Cartas
literarias a una mujer en donde explica la esencia de sus Rimas que
aluden a lo inefable. Contrajeron matrimonio en el 19 de mayo de 1861. En
1860, González Bravo, con el apoyo del financiero Salamanca, funda El
Contemporáneo, dirigido por José Luis Albareda, en el que participan
redactores de la talla de Juan Valera. El gran amigo de Bécquer, Rodríguez
Correa, consiguió un puesto de redactor para el poeta sevillano. En este
periódico, hará crónica de salones, política y literatura; gracias a esta
remuneración viven los recién casados. En 1862 nació su primer hijo,
Gregorio Gustavo Adolfo. Empieza a escribir más para alimentar a su pequeña
familia y, fruto de este intenso trabajo, nacieron varias de sus obras.
Pero en 1863 padeció
una grave recaída en su enfermedad. González Bravo, amigo y mecenas
de Gustavo, le nombra censor de novelas en 1864 y el escritor vuelve a Madrid,
donde desempeña este trabajo hasta 1867. En este último año nace su segundo
hijo, Jorge Bécquer.
En 1866 ocupa de nuevo
el cargo de censor hasta 1868. Su libro de poemas desaparece en los disturbios
revolucionarios y para huir de ellos marcha a Toledo, donde permanece un
breve tiempo. En diciembre nace en Noviercas su tercer hijo, Emilio Eusebio,
dando pábulo a su tragedia conyugal. En septiembre, la muerte de su inseparable
hermano y colaborador le sume en una honda tristeza. En noviembre fue nombrado
director de una nueva publicación, El Entreacto, en la que apenas
llega a publicar la primera parte de un inconcluso relato.
Bécquer
en su lecho de muerte, dibujo de José Casado del Alisal en La
Ilustración de Madrid. Muere el 22 de
diciembre, coincidiendo con un eclipse total de sol. En los días de su agonía,
pidió a su amigo el poeta Augusto Ferrán que quemase sus cartas («serían
mi deshonra») y que publicasen su obra («Si es posible, publicad mis
versos. Tengo el presentimiento de que muerto seré más y mejor conocido que
vivo»); pidió también que cuidaran de sus hijos. Sus últimas palabras
fueron «Todo mortal». Fue enterrado en la Sacramental de San
Lorenzo y San José, de Madrid. En 1913, los dos hermanos fueron trasladados
a Sevilla, reposando primero en la antigua capilla de la Universidad.
Su obra más célebre son las Rimas y Leyendas. Los poemas e
historias incluidos en esta colección son esenciales para el estudio de la
literatura hispana, sobre la que ejercieron posteriormente una gran influencia.
Obras
de Bécquer:
·
Las
Rimas, obra que
recogieron sus amigos, tras el incendio de la casa donde estas obras poéticas
se guardaban, como una especie de historia de amor en la que se ve como el
poeta va pasando por el proceso creador, el amor esperanzado, el desengaño y el
dolor o la muerte.
·
Historia
de los templos de España,
Madrid, 1857, publicada sólo el
tomo I.
·
Cartas
literarias a una mujer,
1860-
1861
·
Cartas desde
mi celda, Madrid, 1864, son nueve
·
Libro
de los gorriones, 1868, manuscrito.
·
Obras
completas, Madrid,
Fortanet,
1871, 2 volúmenes.